PSICOLOGÍA ORGANIZACIONAL: RETOS, OBSTÁCULOS Y RESULTADOS
El presente
documento se publica con fines académicos del programa de psicología de la
Fundación Universitaria de Popayán; por tanto, y de acuerdo con el artículo 10
de la Ley 1090 de 2006, se guarda completa reserva respecto a la identidad de
las personas y de la institución donde se desarrolló la siguiente experiencia
de práctica
Mi práctica fue
desarrollada en el área de psicología organizacional y se llevó a cabo en una
de las empresas con mayor trayectoria en el departamento del Cauca, debido a
que lleva 55 años prestando el servicio de transporte en la región. Llegue a mi
sitio de práctica sin tener muy claro lo que me esperaba, tenía muchas
expectativas, muchos anhelos, algunas ideas preconcebidas, pero sobre todo
tenía muchas ganas de poner en práctica lo aprendido durante los 4 años en que
se desarrolló mi carrera. Si bien es cierto que los docentes en la universidad
nos brindan un gran cúmulo de conocimientos sobre el que hacer del psicólogo,
una innumerable cantidad de teorías y múltiples opciones sobre cómo entender y
abordar un problema, llega el momento en el que enfrentarse a un entorno
laboral cambia muchas cosas de lo establecido; debido a que al pasar de la
teoría a la práctica no es sencillo ya que se presentan diversos obstáculos;
sin embargo, era algo para lo que me había preparado y esforzado, y sobre todo
tenía toda la disposición de aprender de esta nueva experiencia. Debo admitir
que el primer día de trabajo había en mí muchas emociones encontradas, sentía felicidad,
porque esta experiencia era una forma de demostrarme a mí misma de lo que era
capaz, confirmarme que he aprendido muchas cosas y que no iba a ser inferior al
reto que estaba en frente. Intriga, porque era mi primera experiencia como
psicóloga en una organización; pero especialmente miedo, miedo de fallar, miedo
de decepcionar a las personas que depositaron toda su confianza en mí.
Durante los primeros
días me hallaba desorientada, no sabía por dónde empezar; fue un periodo de
iniciación y adaptación, fue en este en
el cual me empape del modo en que se realizaba el trabajo y también fui
conociendo a todo el personal de la organización; encontré aliados los cuales
al igual que yo deseaban dar lo mejor de sí en pro de la organización entre
ellos está mi jefe inmediato el cual me dio su apoyo incondicional hasta el
final, esto se convirtió en algo fundamental para el desarrollo de un buen
ejercicio de práctica. Sin embargo, tropecé con algunas personas las cuales en
un principio me mostraron su apoyo, pero al transcurrir el tiempo crearon malos
entendidos, lo cual conllevo a la competitividad y rivalidad entre colegas. Así
mismo por celos laborales se crearon falsos testimonios con los cuales buscaron
dificultar más las relaciones laborales. No obstante, siempre trate de manejar
las cosas de la mejor manera posible, y demostré con trabajo y resultados que, aunque
no contaba con un apoyo al ciento por ciento, los objetivos propuestos se
lograron; claro está, que esto no habría sido posible sin el apoyo,
orientación, dedicación, paciencia y escucha que me brindó mi asesora durante
cada una de las semanas en que me acompaño.
Si bien es cierto que
la psicología organizacional propende analizar, entender y comprender los
comportamientos de las personas en el entorno laboral y a su vez, proponer
planes de mejoramiento para el bienestar garantizando de esta forma su
estabilidad y rendimiento en la empresa; en este caso, se tenía olvidado el
valor que aporta el recurso humano porque solo lo ven como personas que deben
servir a la organización, como “máquinas de trabajo” sin darle importancia a
los problemas que pueden tener individualmente. Este fue un reto, el tratar de
cambiar la visión que tenía la mayoría del personal administrativo y mostrar la
importancia de los colaboradores, exponiendo que cuando se incentiva, se
capacita, se a las personas motiva y se
les tiene en cuenta se pueden lograr mayores cambios y mejores resultados que
por la modalidad de recompensa y castigo.
A través de esta
experiencia aprendí a confiar en mis capacidades y conocimientos, a desarrollar
mi creatividad para poner en práctica técnicas asequibles como lo fue el crear
y ajustar la evaluación de desempeño por competencias en una plataforma
virtual, proceso que al momento no se había hecho dentro de la organización.
También aprendí a trabajar y manejar los ambientes grupales, cuando tuve que
dirigirme a más de 200 personas del grupo de colaboradores, y comprendí que
para lograr que las cosas salgan bien es indispensable la dedicación y amor por
lo que se hace; debido a que esto conllevará a la fomentar la responsabilidad, pro actividad y a
tener iniciativa; siendo esto algo muy importante porque aunque se tenga un
plan de trabajo estructurado, diseñado y organizado siempre llegará el momento
en el que por las necesidades de la organización se deban modificar en algunos
aspectos. Es de resaltar que con una buena porción de carisma, persistencia y
de intensidad, tuve los suficientes elementos para mostrar la importancia y
pertinencia del proyecto; fueron cartas a mi favor que ayudaron en mi proceso.
Dicen que “el 90% del
éxito consiste en nunca desistir”, y ahora más que nunca estoy de acuerdo con
ello. Por muchas dificultades que se puedan presentar siempre se debe tener la
disciplina y la dedicación para no rendirse. Consideró que esta experiencia
deja una huella en mí vida, entendiendo que el rol fundamental del psicólogo
organizacional siempre va a ser tratar de garantizar el bienestar del
colaborador, sin olvidar los objetivos misionales que tiene la organización;
además a modo personal da un “buen sabor” que te recomienden y hablen bien de
como sobrepasas obstáculos, y que extrañen tu trabajo, es indicador de que han
valorado y has generado impacto. Sin duda alguna, este proceso de aprendizaje
no termina aquí; será la base y trascenderá mucho más.
Autor: Angela Patricia Giron Ojeda
Asesor: Diana Samulewitsch Sanclemente
Área: Organizacional