OTRA MIRADA DE LA PSICOLOGÍA DESDE MI PRACTICA PROFESIONAL

El presente documento se publica con fines académicos del Programa de Psicología de la Fundación Universitaria de Popayán; por tanto, y de acuerdo con el artículo 10 de la Ley 1090 de 2006, se guarda completa reserva respecto a la identidad de las personas y de la institución donde se desarrolló la siguiente experiencia de práctica.

El hecho coyuntural por el que está pasando Colombia en la actualidad, lleva a la necesidad que los profesionales de las diferentes áreas como las humanidades sean propositivos frente a soluciones de las diversas problemáticas que se presentan en el contexto del país. Es por esto que desde proyección de psicología se crea el proyecto “Constructores de Paz”, el cual se plantea para contribuir a la construcción de culturas de paz desde la psicología de la paz en contextos comunitarios y educativos.

El anterior proyecto se ejecuta en la comuna 2 de la ciudad de Popayán. Las problemáticas que presenta una comunidad son diversas y este sector no es la excepción. La extensión de su territorio hace que su población varíe entre todos los estratos socioeconómicos y es en el 0, 1 y 2 en donde se acentúa la drogadicción, microtráfico, prostitución, violencia física, sexual y psicológica, deserción escolar, como consecuencia, a la ausencia de los padres, la falta de educación y el aprendizaje por modelamiento de conductas desadaptativas. Es en estos espacios en donde se ve la importancia del apoyo y el trabajo en conjunto con los padres de familia en el proceso de formación y desarrollo del proyecto de vida de los niños, niñas y adolescentes. Los jóvenes reclaman a gritos la presencia de sus padres como primera red de apoyo y a su vez sienten rabia e impotencia, a tal punto que no hablan de ellos, aunque son capaces de reconocer que sí hubieran estado todo sería diferente.

El trabajo con la comunidad va más allá de la rigurosidad de la academia, claro está que ésta no se debe desconocer, sin embargo, sin el sentido humano no se logra empatizar frente a las múltiples problemáticas a las que se tienen que enfrentar la población. Cabe resaltar que todo lo que se haga por la comunidad debe estar articulado a un proceso psicológico que le dé respuesta a un objetivo, evitando que la atención que presta el profesional sea asistencialista, reconociendo los avances y también siendo conscientes de que el psicólogo no es un súper héroe que lo soluciona todo.

Lo más difícil  es asumir la realidad, como psicóloga las utopías deben aterrizarse y dejan de ser lo que son, porque en un mundo en donde el modelo económico maneja los demás sistemas como el educativo, este afecta la base del desarrollo, el pensamiento y la conciencia crítica, las necesidades primarias son las económicas y no las educativas, y es por esto que se ha llevado a las comunidades a querer tener siempre una “recompensa tangible” de por medio y a que procesos psicológicos como los que se realizan no logren tener el alcance que se pretende. No obstante, es importante reconocer que todo lo que se alcanza es grande.  

Cuando se llega a la comunidad, el enfoque pasa a un segundo plano, pues son tales las necesidades que esta presenta y la carencia de recursos materiales y humanos, que la ayuda también debe ser clínica y educativa; a pesar de que en el proceso académico se nos diga lo contrario. En el contexto no es válido encasillarse en un enfoque o en un área, lo único válido y que siempre se debe recordar es que SOMOS PSICÓLOGOS.

Practicante: Daniela Mosquera Vásquez

Asesora: Diana Samulewitch

Área: Educativa.