Recreando iniciativas comunitarias a
partir de capacidades y virtudes humanas de 6 adolescentes residentes en dos
comunidades vulnerables de la ciudad de Popayán
Este documento
representa una contribución de buenas prácticas y lecciones aprendidas en el
área de la psicología comunitaria, con el propósito de que resulte útil a las
siguientes generaciones de practicantes. Es importante mencionar que en el
desarrollo, se tuvieron en cuenta las disposiciones éticas de confidencialidad,
consagradas en el marco jurídico vigente para la psicología frente a la reserva
de la información brindada por la persona o instituciones.
La población
adolescente y juvenil, residentes en las dos comunidades vulnerables de
Popayán, se encuentran expuestas a factores de riesgo como deserción escolar,
uso inadecuado del tiempo libre, falta de iniciativa y estrés, esto hace que aumente
la probabilidad de iniciar una vida en un contexto hostil e indeseado.
Los adolescentes
se encuentran en una etapa de crecimiento y de cambios que inciden en la
realización de sus conductas, por tanto, es probable que sus decisiones se
tornen más emocionales que racionales ante situaciones de tensión. Vygotski
(como se citó en Faroh, 2007), menciona que el aspecto caracterizador del
pensamiento adolescente es la capacidad de asimilar la formación de conceptos,
en el cual le permitirá al sujeto en transición influenciar en las comunidades
y generar nuevas formas de actividad intelectual para expresar correctamente el
conocimiento que posee, asimismo, cabe resaltar que el contexto social donde se
encuentran estos adolescentes genera estímulos desde el punto de vista
cognoscitivo, en el que necesitan estar en ambientes llenos de riqueza
intelectual que les permita aprovechar su tiempo libre, por tanto, surge la
necesidad de generar nuevos espacios para potencializar sus capacidades
humanas.
En el marco del
proyecto de práctica se construyó un plan de intervención, para lo cual se
aplicaron las técnicas de observación participante, observación no
participante, talleres pedagógicos y entrevistas en profundidad para
recolección de la información; aspecto que favoreció la identificación de
intereses, necesidades y capacidades de la población adolescente en las
comunidades priorizadas. Fue importante
tomar como referencia las virtudes humanas, arraigadas en los adolescentes:
responsabilidad, empatía, gratitud y sensibilidad; factores que permiten actuar
de acuerdo a sus ideales, en ese sentido, Trigo (2010) reconoce el esfuerzo
personal que tiene las virtudes para perfeccionar la inteligencia, la voluntad
y los afectos morales.
Las virtudes
sumadas a las capacidades son de gran importancia para fomentar la iniciativa
en los jóvenes. Desde Pereira (2006) “contar con un mayor desarrollo de
capacidades, no solamente impacta en la propia vida permitiéndole al afectado
obtener mejores resultados, sino que también permite que la acción individual
intervenga en la mejora de los acuerdos sociales” (p.6). Dentro de los
resultados se identificaron capacidades artísticas como el dibujo y la pintura,
el canto y la composición de canciones; capacidades deportivas para el fútbol y
voleibol, capacidades académicas para la lectura. Otro aspecto fundamental fue
el fortalecimiento de las capacidades emocionales, fuertemente determinadas por
las acciones sociales. De esta forma la conexión se hace más fuerte cuando se
unen las capacidades individuales con entornos de interacción comunitarios.
La práctica
comunitaria ha permitido entender que no se puede hablar de iniciativas
comunitarias si no existe una interacción social entre la población adolescente
y los adultos, su ausencia dificulta el conocimiento mutuo y aumenta los
conflictos entre todos, se pudo constatar que una de las causas de las
problemáticas en adolescentes es la falta de comunicación verbal y la
inadecuada convivencia, esto obstaculiza una cultura sana dentro de la población
intervenida y la comunidad en general. Los adolescentes del sector tuvieron
muchas dificultades para entrelazar vínculos con líderes y otros miembros de la
comunidad, por ende, se considera que la inclusión comunitaria es una de las
temáticas que se deben seguir desarrollando para mejorar estos espacios.
Finalmente, es importante mencionar que a través de la potenciación de las capacidades y virtudes humanas, se puede ayudar a mitigar dificultades o necesidades por las que pasan algunos adolescentes de comunidades vulnerables, en consecuencia, se hace la invitación para las futuras prácticas de tener en cuenta las verdaderas necesidades y sufrimientos de las comunidades para llegar a consolidar un plan de intervención que contribuya significativamente a su abordaje y el mejoramiento la calidad de vida de sus habitantes.
Área de práctica: Psicología ComunitariaEstudiante: Natalia Grisales Córdoba
Asesor: Heriberto Galeano Trilleras
Pereira, G. (2006). Capacidades individuales y capacidades colectivas. Sistema, 195, 35-51.
Trigo, T. (2010). Las virtudes humanas. Navarra: EUNSA. Recuperado de: https://mercaba.org/ARTICULOS/L/lvhtt.pdf
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